La sexualidad humana no se agota en la orientación. No
importa con quién, ni con qué te lo hagas. Ha habido de todo y vendrá mucho más.
El objeto es efímero.
A los expertos en represión le suceden los expertos en
liberación, en una dialéctica infinita sexológica.
Clasificar, desclasificar y volver a clasificar.
Sexo y logos no van al unísono. El sexo tiene un precedente innombrable, nos amábamos antes de hablarnos.
El logos es mucho después, inaugura la Creación, la búsqueda de
sentido.
Freud que fue un carca en su vida personal y también en la
sexual, lanzó, sin embargo, conceptos que van a dar al traste con chiringos que
aún se sostienen. No fue un precursor de la sexología, la adelantó por la
izquierda. Hablar de Sexualidad Humana es hablar de Deseo y Demanda, de la
posición que uno adopta ante el objeto amado. Las disfunciones sexuales no son
tales, lo son del Corazón.