¿Sexología?



La sexualidad humana no se agota en la orientación. No importa con quién, ni con qué te lo hagas. Ha habido de todo y vendrá mucho más. El objeto es efímero.

A los expertos en represión le suceden los expertos en liberación, en una dialéctica infinita sexológica. Clasificar, desclasificar y volver a clasificar.

Sexo y logos no van al unísono. El sexo tiene un precedente innombrable, nos amábamos antes de hablarnos. El logos es mucho después, inaugura la Creación, la búsqueda de sentido.

Freud que fue un carca en su vida personal y también en la sexual, lanzó, sin embargo, conceptos que van a dar al traste con chiringos que aún se sostienen. No fue un precursor de la sexología, la adelantó por la izquierda. Hablar de Sexualidad Humana es hablar de Deseo y Demanda, de la posición que uno adopta ante el objeto amado. Las disfunciones sexuales no son tales, lo son del Corazón.

¿Qué problemas tienen los niños?



Principalmente descubrir en que planeta han caído. Básicamente dos cosas: somos mortales; es difícil sentirse querido.

A parte de esto a los papas les preocupan otras muchas cosas, por ejemplo: que se hagan pipí encima, que no obedezcan, que se distraigan en la escuela, que sean introvertidos, que sean traviesos,  que no hablen, que no coman, que no jueguen, que no se rían, que no lloren, o que lloren y rían demasiado.

Cuando un niño está mal hay que averiguar de dónde procede dicho malestar. Puede venir de casa, de la relación con papá, con mamá, con los hermanos, con un abuelo. Puede  venir de la relación con otros niños en la escuela, en la calle. Puede venir de la relación con el profesor. O puede venir de una razón más profunda, de las existenciales que mentaba al principio: miedo a la muerte, inseguridad afectiva.

La clínica del niño puede pasar por trabajar con él, pero también puede pasar  por trabajar con el padre, o con la madre, o con los dos, o con los tres; depende de la posición que esté dañada. No se trata de sentirse culpables, los niños son proyectos, en ellos nos proyectamos. Esto es inevitable, no está mal del todo si se sabe que lo hacemos.

Por todo lo que gano

La vida es un contínuo de pérdidas. Se pierde la infancia, la juventud, la libertad, la salud. Se pierde el tiempo, se pierde una oportunidad, se pierde el autobús, se pierden las llaves, se pierde el trabajo. En fin, una hemorragia de pérdidas. Finalmente se pierde la vida.

Primero de nada, en multitud de ocasiones las pérdidas es mejor asumirlas, sobre todo si son irreparables. Querer ser joven a partir de cierta edad no nos trae cuentas. Querer aferrarse a lo que pasó no te deja vivir en lo presente.

Cuando se quiere a alguien hay que luchar por su compañía. Cierto también que todo tiene un límite y cuando el lazo quedó holgado, se suelta solo.

Podemos analizar conjuntamente qué pasó y en qué cosas no te gustaría volver a caer. Luego, intentarlo de nuevo, ¡si quieres!.

Tómate esta pastillita... que estoy nervioso

Cada vez está más generalizada la prescripción de drogas, de psicofármacos "in situ". Llega la ambulancia y le zampan al familiar del accidentado un tranquilizante. Suave, siempre dicen. Sólo es fuerte si no es para tí -esto lo tumba seguro-.

No sientas lo que sientes. No qrites, no llores, no desesperes, que me pones nervioso, que no sé qué hacer.

No sabemos qué hacer porque hemos abandonado el apoyo personal, el abrazo, el hombro impermeable, el escuchar sin más.

Desamor y depresión

Ahora resulta que si te deja tu pareja o ni siquiera la alcanzas y te sientes triste es que "has cogido una mijilla de depresión".

El saber popular es más específico que la jerga profesional. Llamamos a las cosas por su nombre: desamor, desilusión, decepción...

Pero nos dicen que los sufrimientos ya no son del "alma" (somos unos desalmados) son manifestación de la enfermedad del cerebro y, por tanto, su tratamiento son las pastillas.

No hables, no te expreses, no sufras. Tómate esta pastillita...

say good bye, say hello

No hay bálsamo para la muerte de un ser querido, ¿o sí?. No todos nos enfrentamos igual al asunto, se trata de arreglárnoslas con lo que nos quede: un puñado de palabras u otros objetos inertes, un puñado de torpezas, de errores, de ocasiones perdidas.


Lo hermoso de la vida es lo que queda, siempre queda algo ... y la oportunidad de enmendar, con otros, lo que quedó en el tintero. ¿Y funciona?.

las cosas por su nombre

Hay mucha buena gente que padece de nervios, y aunque esto pueda producir ironía en algún profesional enclaustrado se trata de sabiduría. Sabiduria popular. Resistencia a las categorías psiquiatricas.


Quien tenga oidos que oiga: los nervios se padecen, no se trata de redes neuronales, sino de pechizcos. Y se curan con el don de la palabra. No se trata de ponerle nombre a los nervios, se trata de explicarlos, se tratan al explicarlos. Solo se precisa de alguien dispuesto a acoger nuestras razones.

Man gave names to all the animals

Un cachorrito tan dependiente como el humano, que precisa de tan largo periodo de protección... 

La animalidad la asumimos mal, no nos queda otro remedio. Desde que tenemos mimos, nanas, ropas, ... nombre. Desde que somos un calco de nuestros padres y hemos heredado de ellos genes y costumbres, no nos queda otra que ponerle nombre a las cosas. Es la discapacidad de nuestra especie, pero también el remedio.

Ponerle nombre a las cosas nos complica seriamente la existencia. Como hace ya milenios que hemos cogido este derrotero ya estamos hechos a ello. El Hombre le ha puesto nombre a todo lo que le rodea -naturaleza- en una pulsión de control, todo lo conocido es nominado, definido, clasificado. ¿Qué queda?:  los agujeros negros. Y de esto precisamente  versa la angustia, de los agujeros negros.

Aquí hay que andarse con cuidado con los psicofármacos, pueden suponer un alivio sitomático pero agrandan el agujero. 

Los psicoanalistas somos costureros y el roto lo hilamos con palabras.

enmendando la angustia

Cuando uno la toma con algo, le obsesiona y no quiere encontrárselo, está ejerciendo un tipo de control efectivo sobre el medio que le circunda. Primero que nada: las fobias no se tocan, ya que efectivas lo son. Ahora bien, ¿que pasa con el medio?, o mejor ¿qué pasa con el miedo?.


Es de los mecanismos más primigénios, primitivos con génio. Los niños, es decir los hombres de pequeños, somos antes fóbicos que miedosos y tiene su porqué. La fobia es una respuesta desmedida a algo que no se sabe como se va a resolver, quizás la muerte. Lo que faltan son herramientas, elaboración que decimos los psicólogos.

el trabajo, ¿nos hará libres?

Decía el filósofo Hegel que hay Amos y Esclavos, y decía algo más: que eran  los Esclavos los últimos  responables de que hubiera Amos. Esta es la misma idea que defiende cualquiera cuando dice: tenemos los políticos que nos merecemos. Algo de razón tendrán.

El trabajo tiene dos requisitos: tareas y relaciones. Trabajamos para cumplir con determinadas operaciones y al tiempo mantenemos una serie de relaciones con otras personas con las que se organiza la producción.

El malestar en el trabajo casi siempre tiene que ver con el segundo de los requisitos: la relaciones de producción. Reparto del trabajo y reparto del beneficio.

¿Y qué podemos hacer?. Primero analizar el hábitat -la fauna y flora de la oficina, por ejemplo-;  después asumir responsabilidades; por último, exigirlas. Puede parecer más cómodo quedarse de esclavo, pero el coste es mucho mayor.

psicología revolutiva

El problema no son las crisis, el problema es no tenerlas en cuenta, vivir ajenos a que el desarrollo de los acontecimientos sigue, matematicamente, un ciclo de destrucción y reconstrucción.

De anteriores civilizaciones solo quedan restos, algún edificio, una estatuilla o un pedacito de silex. Hay que ser un "perfecto ... progresista" para creer que hay futuro. Tu edad se pasará mientras lo dudas..., nada menos que Francisco de Quevedo.

sencillamente

Complejos he sufrido los mios. De los complejos de los demás puedo decir lo que he observado en la clínica, dos cosas: Primero, detrás de un complejo suele haber un complejazo; Segundo, cuando un complejo se supera suele aparecer otro que ocupa la misma función. 

Fácil de corroborar. Mi nariz, no me gusta, ¿porqué me ha tocado esta nariz?. Me someto a cirujía plática y aún no he tenido tiempo de celebrarlo, cuando ya me estoy fijando en ... ¿mis orejas?.

¿Qué  evolución clínica tienen los complejos?: cuando se deja de hablar de complejos y se habla de los complejazos, los primeros se caen y los segundos pierden gravedad. Además no aparecen otros, ¡no tendría sentido!.

En tanto las prescriben

El deseo implica el manejo de la pérdida, se desea lo que no se tiene. El goce, en cambio, no localiza la pérdida de una manera que permita utilizarla, y su único límite es la sobredosis. Pero, bueno, algo de goce también es necesario.  Marie-Hélène Brousse.

un extraño en mi piel

incociente intelectual

Tengo la intima impresión de que, en el fondo, todos tenemos complejo de tontos, o será que yo lo tengo. De cualquier manera la gente que quiere lucir su inteligencia tienen una necesidad: de lucir.

Se da una paradoja: los tontos se lo hacen y los listos son los que quieren parecerlo.

Ahí va otra gorda: la inteligencia es un constructo hipotético, de escasísima utilidad demostrable. ¿Métrica de las ideas? ¡uf!.

no me chilles, que no te veo

en lo que no estoy

en busqueda activa de sentido

propiedades de los objetos



Las psicosis, sus brotes, tienen una historia. Suceden porque se conjugan una serie de experiencias. De otra manera podrían no haber sucedido. De otra manera podrían no volver a suceder.

Las psicosis se pueden entender como una enfermedad fatal o, mejor, como una oportunidad espiritual: un viaje, una crisis y un renacimiento. ¿Por qué no?, ¿Quién es el juez que determina que una enfermedad mental es crónica, degenerativa, incurable …?

Hay que analizar el mundo en que uno está inmerso, las relaciones que uno establece. También hay que cultivar los deseos y quitarse de encima el estigma de enfermedad. Y alejarse de las drogas que alejan los estímulos y quitan las ganas.

Las neurociencias están a pique de una crisis de paradigma consecuencia de la constatación de la plasticidad cerebral. Solo en un milímetro cúbico de cortex cerebral, en una cabeza de alfiler de masa gris, hay 100.000 conexiones sinápticas. ¡Casi ná!.

en la escuela, no

más vale tarta que mudo

Todo quisqui accede a la ejecución del habla con dificultad. Muchísimos niños tartamudean en sus inicios, luego su habla se hace más fluida. A algunos se les enquistan las sílabas. En principio es un problema llano, de ejecución. Si persiste toma otra dimensión. En sí no es una discapacidad importante, es una cuestión de tiempos, puedo decir lo que quiero con mayor o menor fluidez. El problema real sobreviene si desisto en decir lo que quiero, si tiro la toalla en el diálogo. El problema real sobreviene si yo no me lanzo a aquellos diálogos que han de producirse para constituirme como persona.


Hubo algún tartamudo en la historia que tomó la determinación de no hablar, de hacerse el mudo, para no tener que afrontar el sufrimiento que le provocava su dificultad. Tardó un par de meses en abandonar la idea, no le funcionó.


La tartamudez tiene la importancia que uno quiera darle. El canal tiene poca importancia si lo comparamos con el mensaje, el deseo de emitirlo, si se hace grande, deja en un segundo plano a su ejecución. El deseo de hacerse escuchar, la posición en el diálogo es lo más. Luego el síntoma decae, he tenido oportunidad de comprobarlo.

¿tengo un sitio para tí?

listísimos

    Todos los niños pueden ser listos e inteligentes en alguna materia. Ser listo es algo más que sacar buenas notas en el colegio, leer bien, resolver problemas matemáticos rápidamente o memorizar datos. No consiste sólo en tener un cociente intelectual alto. Un psicólogo llamado Howard Gardner estudió cómo aprenden los niños y los adultos, y descubrió que existen muchas maneras distintas de ser listo. Por ejemplo, puedes ser listo para la música, el trato con las personas o para moverte por la naturaleza. La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner está cambiando el modo de enseñar en todo el mundo.

Dios se lo permite

A nuestra especie le acompaña una certeza unánime de muerte, otros seres lo ignoran. Si la muerte es el fin que a todos nos une, la religión es el sentido común de nuestra existencia. Solo eso: sentido.

Religión viene de re-ligar, volver a unir lo disperso. Y dispersión fue Babel como lo es hoy la Republica Independiente de mi Casa. El fenómeno religioso no cesa a más que se denosten las instituciones que la sustentan, por debajo resiste como fenómeno común y prodigioso: aquello que excede los límites regulares de la naturaleza.


ya no te quiero

    ¿Te llevas mal con tu pareja? ¿Piensas que ya no le quieres como antes? ¿Crees que llegó el momento de tomar una decisión? ¿Vale la pena seguir adelante? ¿Has decidido que lo mejor es separarte? Seguramente, estas y otras preguntas nos las hemos hecho todos alguna vez y, sin embargo, no hemos encontrado las respuestas más adecuadas para satisfacer nuestros deseos más íntimos y reconsiderar así el vínculo en pareja y enfrentar los desafíos que eso implica.

    Lo suyo es apartarse de cualquier tipo de convencionalismo simplista y de la imposición de reglas comúnmente aceptadas. Para quienes se encuentran en un mar de incertidumbres el mejor de todos los consejos que podemos dar es no dar consejos. De esta manera, las parejas, en sus vínculos cotidianos, podrán descubrir lo que cada uno desea y, además, el modo de conseguirlo. Los conflictos de pareja pueden encontrar una solución si las personas quieren aprender de sus errores y asumir los problemas que se presentan.